La historia de la lectura nos lleva a las primeras civilizaciones donde los jeroglíficos y los cuneiformes marcaron el inicio de la comunicación escrita. En la Edad Media, la lectura se centró en los monasterios y las escrituras sagradas, pero con la invención de la imprenta, la lectura se revolucionó y los libros se hicieron más accesibles. A lo largo de los siglos, la lectura se convirtió en una herramienta clave para la educación y el desarrollo personal, y con el movimiento de alfabetización de masas y la expansión de las bibliotecas públicas, el acceso a los textos se democratizó. En la actualidad, la lectura sigue siendo fundamental, aunque los formatos han evolucionado con la llegada de la era digital. A pesar de esto, el acto de leer sigue siendo una experiencia transformadora que conecta a las personas con diferentes ideas, culturas y perspectivas.